Hace unos días salí a cenar con algunas amistades y mi niña, lo cierto es que hacia mucho tiempo que no salía por la noche y me apetecía despejarme un poco, respirar aire y tener conversación, todo menos estar en casa ...
Fuimos a cenar algo sencillo, unos sándwiches, ensaladitas, como veis muy ligero, todo ello al lado de la playa, con una noche espectacular, una brisa que daba gusto, tenía justo a mi lado a mi niña, dormidita en el cochecito y mientras cenábamos me percate de la pareja que había en una mesa cerca de la mía.
Él era un hombre de unos 30 años, bien vestido, elegante, cabello oscuro, atractivo y ella una veinteañera morena de pelo rizado, esbelta, con un escote que dejaba poco a la imaginación y con ese vestido rojo ceñido. En un momento dado me quede observándolos, era como estar viendo una película en directo, ella estudiaba muy bien sus movimientos y a él se le veía casi como babeaba.... una sonrisita por aquí, una caricia por allá, intercambiaban trozos de sus respectivas cenas y se lo daba al otr@ en la boca con sumo cuidado y provocación..... madre mía! si en ese momento se hubiera medido la temperatura del lugar creo que los termómetros habrían explotado jejeje.
En un momento dado, debo confesar que sentí envidia y no precisamente sana, en mi vida jamás he tenido una cena como la de aquellos dos, que ese hombre se desviviera con ella me provoco un sentimiento de soledad.... se supone que yo en algún momento de la vida debería haber tenido una cena así... pero nunca ocurrió.
Justo mientras ellos cenaban volví la cabeza a mi lado izquierdo y vi unos preciosos ojitos que me estaban observando acompañados de una lindísima sonrisa que me dejó enamorada si cabe mas que la pareja que cenaban justo en frente. Me di cuenta de que estoy en ese punto de la vida en la que sabes que nunca vas a tener una cena así como la de aquella pareja, que no vas a ponerte un vestido rojo y esos taconazos pero si que voy a tener cenas mucho mas divertidas acompañadas de sonrisas espectaculares, de una carita preciosa que mira todo lo que hago y me observa en silencio.
Gracias a mi hijita, me has cambiado la vida, esto es una pasada, todo gracias a ti, te quiero preciosa!
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